LA ESCRITURA ES EL MAYOR INVENTO HUMANO
Kennet Goodman, menciona la escritura como uno de los
mayores inventos humanos y como una tecnología exige trabajo intelectual,
acopio de saberes y mucha práctica, a partir de un registro que luego puede ser
leído una y otra vez. Es este tipo de asuntos los que no puede descuidar un
maestro: la escritura se piensa, se interactúa y se lee, en lo cual estamos de
acuerdo con Jesús Cárdenas.
De ahí que a partir de investigaciones se puede confirmar
que los docentes escriben poco y cuando lo hacen, lo hacen de manera forzada,
argumentado que les falta de tiempo, a pesar de que reconocen en la escritura
un proceso que implica una pre-escritura, escritura y re-escritura; también,
nos permitió constatar que los maestros saben muy poco del texto y escasamente
manejan algunos referentes con respecto a las tipologías textuales. Esta
situación va en detrimento de su quehacer docente y, por supuesto, afecta sus
prácticas pedagógicas. De hecho, nada tiene que ver con lo que plantea Daniel
Casanny, cuando afirma que el proceso escritural exige un completo dominio,
pues no sólo se trata de crear signos o grafemas, sino de que estos mismos
tengan un sentido y una coherencia sobre lo que se quiere expresar debido a su
carácter descontextualizado, ya que el proceso de emisión y la recepción se dan en un lugar y
tiempo diferente. La complejidad de
dicho proceso también se evidencia en palabras de Joseth Jolibert quien
describe la escritura como un proceso sociocultural, que no puede desconocer un enfoque constructivista, es
decir, la producción de textos en situaciones reales, de tal manera que con
ello se generen intenciones comunicativas, donde se escribe para ser leído.
Con respecto a las TAC,
Daniel :Cassany hace un aporte
valioso cuando muestra un paralelo en cuanto a lo que compete al entorno
analógico y al digital, teniendo en cuenta tres ámbitos fundamentales: el pragmático,
el discursivo y la composición. De ahí que se pueda afirmar que la escritura es
un proceso esencial para la vida, en todos los momentos, profesiones y
actividades del hombre; es indispensable, saber escribir. Y, más ahora que las
diferentes aplicaciones que están a disposición de la red exigen un proceso escritural como modo de
comunicación de forma asertiva y coherente.
Para concluir, la escritura es un proceso estratégico para
la vida misma, es un arma de defensa ante un sociedad desarrollada que exige
hombres y mujeres con la capacidad de
ser agentes de cambio que impacten en la construcción de la misma; pero este
reto debe forjarse desde la preparación y la capacidad de pensar; la habilidad
de escribir en forma coherente y, sobre todo, argumentada, implica que el que escribe, también lee y desarrolla una
capacidad paralela de expresarse de forma diferente y acertada.
Como investigadoras en educación, y con el objetivo de ser
agentes de cambio, nos hemos propuesto, además de pensar en la escritura y su
relación con el cuento como tipo textual, acometer la tarea de incorporar
herramientas tecnológicas para favorecer el desarrollo de la escritura, con un
propósito netamente formativo. Incidir en el uso educativo de la tecnología
supone investigar los posibles usos didácticos que las TIC tienen en la
docencia. La comprensión de las TAC
implica avanzar hacia una comprensión distinta de la información que
permita trasformar el conocimiento.
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